La visión de la naturaleza es antropocéntrica, es decir, enfocada hacia nosotros mismos.
Por la estructura de nuestros órganos sensoriales y de nuestro cerebro, sólo percibimos de la naturaleza lo que nos proporciona "nuestra propia mirada".
Un perro o una aveja poseen una percepción muy diferente de su entorno.
Nosotros permaneceremos permanentemente prisioneros de nosotros mismos y de nuestros instrumentos, y no podremos nunca percibir más que una ínfima parte de "lo real", lo que vemos justamente "desde nuestro punto de vista".
Un punto de vista entre muchos. Jean- Marie Pelt